miércoles, 25 de abril de 2012

Fue bonito, mientras duró.

Sí, otra vez, otra como tantas otras, aquí me tienes esperando una simple llamada, un estúpido mensaje que me demuestre que me recuerdas y cumplas tu promesa de pensar en mí algún instante de tu vida. Sí, en el mismo lugar de siempre, donde nos conocimos una vez, por si vuelves a buscarme. Sí, otra vez vuelvo a soñar como una idiota. Que pena, que esta vez, sea la última que apareces en mi cabeza. Que pena, que no lo supiste aprovechar. Que pena que ya no vas a poder jugar conmigo nunca más. ¿Qué pena? No me das ninguna pena, que te vaya bonito. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario